Cómo Podar el Arce Rojo: Momento Óptimo y Métodos Efectivos
El arce rojo es una de las plantas más comunes que se pueden encontrar en los jardines domésticos y fuera de ellos. Este árbol cuenta con unas doscientas especies diferentes y su origen es de lo más diverso, encontrándose en Europa, América e incluso China y Japón. Esta gran variedad de especies posibles determina también las distintas necesidades de cuidado de la planta, que, según el tipo, necesitará cuidados diferentes.
Sin embargo, una característica común son las numerosas ramas vegetativas que pueden formarse en la base. Éstas, también llamadas vástagos, pueden desfigurar considerablemente la forma del árbol; por tanto, realizar los cuidados adecuados es esencial. poda del arce rojo es absolutamente esencial para mantener el árbol sano y hermoso.
Poda del arce rojo: por qué es importante
El arce rojo es, por tanto, la más común y conocida de las posibles especies de esta planta. El color característico de las hojas le da su nombre, pero hay otras variantes muy comunes sobre todo en los jardines domésticos, como el arce rojo paraguas llamado así por la forma del follaje que dan las ramas, que al doblarse y entrelazarse crean una especie de paraguas alrededor del tronco.
Para este tipo de árbol, muy común en los jardines y también conocido como arce arbustivo, es esencial una poda excelente para mantener la planta sana y floreciente. De lo contrario, el desarrollo de ramas y hojas podría verse comprometido, creando enormes dificultades para el crecimiento de la propia planta. Por esta razón, especialmente para laarce rojo paraguas la poda es una de las acciones de mantenimiento más importantes, así que veamos cómo y cuándo hacerla para garantizar el bienestar constante de la planta.
Cómo podar el arce rojo
Lo primero que hay que saber para garantizar un cuidado óptimo del arce rojo es la técnica correcta y las secciones de las partes que hay que podar, utilizando herramientas que puedan facilitar el trabajo: podadoras de batería, gasolina y eléctricas, cizallas, sierras de arco y tijeras. Hay ciertos pasos a seguir para identificar las zonas adecuadas en las que realizar la operación de mantenimiento y concretamente son:
- Corta las ramas muertas: lo más importante y lo primero que hay que hacer es identificar las ramas muertas y cortarlas con firmeza. Muchas de estas ramas podrían estar enfermas debido a la falta de exposición a la luz solar y la enfermedad podría propagarse rápidamente, por lo que es mejor eliminarlas definitivamente.
- Cortar las ramas superpuestas y entrelazadas: las ramas superpuestas pueden estropear la forma general del árbol. Por eso es una buena norma cortar una de ellas, o quizá las dos, teniendo cuidado, sin embargo, de hacerlo lo más cerca posible del tronco, y no sólo en el punto donde se cruzan.
- Corta las ramas que puedan interferir con las ramas principales: algunas ramas más pequeñas pueden crecer hacia abajo, obstaculizando el crecimiento del follaje de las ramas principales. Anticiparse al crecimiento de éstas y cortarlas a tiempo es importante para conseguir un follaje uniforme y exuberante.
- Cortar las ramas que crecen en la dirección equivocada: aquí depende mucho del tipo de árbol. Para un arce erguido se trata de cortar las ramas que crecen hacia abajo, mientras que para un arce rojo paraguas la operación debe realizarse en ramas finas que crezcan verticalmente. Lo importante, sin embargo, es que las ramas no interfieran con otras.
- Selección de las yemas para la poda: la selección de las yemas es esencial para controlar el crecimiento del árbol y dirigirlo como se desee. Normalmente estos árboles tienen dos ramas que salen de la principal formando una especie de Y con un remanente central. Esta rama central debe eliminarse y las yemas laterales deben controlarse en su dirección de crecimiento: si toman un camino funcional para el correcto desarrollo del follaje es bueno dejarlas, de lo contrario puedes decidir con seguridad podarlas.
El último consejo para podar el arce rojo es realizar siempre un aclareo controlado en la punta, para evitar un crecimiento irregular y un estrés innecesario en la planta.
Cuándo podar el arce rojo
Además del cómo, también es importante comprender cuándo podar el arce rojo. De hecho, el periodo de poda es una de las cosas que hay que tener en cuenta si no se quiere causar daños a la planta que, si se poda en el momento equivocado, podría sufrir problemas incluso mayores.
Para la poda del arce rojo la única época que debe evitarse es sin duda la primavera, porque en ese preciso momento se forma la savia en el interior del árbol y al cortar las ramas se corre el riesgo de que las heridas infligidas a la planta con las tijeras no cicatricen correctamente.
Los periodos más adecuados para poda del arce rojo son, por tanto, las de invierno y las de finales de verano. En invierno, la planta no está en su periodo vegetativo y, por tanto, sufrirá mucho menos el aclareo. En verano, en cambio, tendrás la ventaja de una visión más completa de la estructura de las ramas. En cualquier caso, el control de las ramas secas no tiene estación, por lo que siempre deben eliminarse, independientemente del periodo.
F.A.Q
¿Cuál es el mejor momento para podar un arce rojo?
La poda del arce rojo se recomienda a finales del invierno o principios de la primavera, antes de que comience el flujo de savia y la brotación.
¿Qué herramientas necesito para podar un arce rojo?
Utiliza tijeras de podar afiladas para cortes pequeños, una sierra de poda para ramas más gruesas, y si es necesario, una sierra de mano o motosierra para las ramas más grandes.
¿Cómo puedo evitar dañar el árbol durante la poda?
Realiza cortes limpios y precisos, evita dejar muñones largos, y asegúrate de cortar las ramas justo fuera del cuello de la rama sin dañar el tronco principal.
¿Qué tipo de poda necesita un arce rojo?
Enfócate en eliminar ramas muertas, dañadas o enfermas, y en adelgazar la copa del árbol para mejorar la circulación del aire y la penetración de la luz solar.
¿Cómo puedo minimizar el riesgo de infecciones después de podar?
La mayoría de los árboles, incluidos los arces rojos, cicatrizan mejor sin aplicaciones de sellador de poda. Mantén tus herramientas desinfectadas y realiza la poda en el momento adecuado para reducir el riesgo de infecciones.