Plantas Acidófilas: Qué Son y Cómo Cuidarlas Adecuadamente
Hoy hablamos de plantas perennes que necesitan un suelo ácido, es decir, con un pH inferior a 6,5. ¿De qué estamos hablando? De plantas acidófilas ¡por supuesto! Entre las más comunes están azaleas, camelias, rododendros, gardenias, magnolias, laurel, jazmín, mimosa. Se llaman así precisamente porque si se cultivan en suelos alcalinos, corren el riesgo de enfermar. Averigüemos más.
Algunas plantas acidófilas prefieren una posición parcialmente soleada en el jardín en verano, siempre que se rieguen abundantemente al menos tres veces por semana. A otras, como la azalea y el rododendro, les gusta un lugar sombreado.
Cuidar las plantas acidófilas en invierno
En enero y febrero, las plantas acidófilas están en periodo de reposo vegetativo y los cuidados de cultivo se reducen al mínimo. Vigila especialmente las plantas de maceta, ya que las heladas pueden alcanzar las raíces, que son la parte más vulnerable de la planta. En caso de fuertes descensos de temperatura, coloca las macetas bajo un toldo, aunque no sea especialmente luminoso, ya que las plantas no necesitan demasiada luz en este momento. Puedes dejarlas aquí hasta el final del invierno. No coloques las macetas en el interior, ya que es demasiado cálido y, sobre todo, carece de la humedad ambiental necesaria.
Durante los meses de invierno pueden producirse fuertes nevadas en algunas zonas, que pueden dañar el follaje de las plantas acidófilas. Las plantas de hoja perenne son especialmente sensibles al peso de la capa de nieve: bastan 10 cm y ramas enteras pueden doblarse y romperse. La operación que debes realizar es bastante sencilla: abrígate con ropa de abrigo e impermeable, guantes y una pala de nieve para liberar a las plantas del peso de la nieve. Lo ideal es que realices esta operación a medida que se acumula la nieve.
Abono para plantas acidófilas
Hacia finales de enero y principios de febrero, tras aumentos apreciables de la temperatura, acompañados de días lluviosos, pueden crearse las condiciones adecuadas para el desarrollo de infecciones de ampollas en la azalea. Trata la planta con bitertanol-44, 7 (no clasificado, a una dosis de 5 mililitros por 10 litros de agua), o con mezcla bordelesa – 20 u oxicloruro de cobre – 20 (orgánico, irritante o no clasificado según la formulación comercial, según las dosis indicadas en la etiqueta).
En caso de rododendro puedes darle abono especial para plantas acidófilas, para evitar que las hojas amarilleen. Si, por el contrario, la planta es atacada por ácaros, tendrás que recurrir a productos específicos.
Plantas acidófilas: poda
A partir de finales de febrero puedes podar las hortensias: los brotes se recuperarán pronto cuando llegue el primer calor primaveral, así que no tardes en hacerlo.
El rododendro puede podarse al final de la floración, sólo para mantener la planta del tamaño adecuado.
Las Hydrangea macrophylla y las que tienen inflorescencias en forma de bola en general, las más comunes en los jardines, que florecen en la madera del año anterior, se podan cortando tanto las ramas más débiles, las que miran hacia el interior del arbusto, como las inflorescencias secas, cortando por encima del penúltimo par de yemas. Las ramas que crecieron el año anterior, que llevan la yema terminal, que dará lugar a una inflorescencia, no deben cortarse. En los ejemplares más viejos, los tallos más viejos, que suelen estar muy ramificados, deben eliminarse cortándolos a ras del tocón: así se renueva gradualmente el arbusto. Puedes utilizar tijeras de podar profesionales.
Recuerda que el hortensias flor en la vegetación del año, pódalas cortando todas las ramas, dejando sólo de dos a cuatro brotes. Si, por el contrario, quieres que los arbustos crezcan más altos, déjalos crecer libremente, eliminando las ramas que crecen hacia el interior del arbusto, las horquillas y las inflorescencias secas.
PS. ¿Sabías que las flores de las hortensias cambian de color según el suelo? Si son rosas significa que el suelo es mayoritariamente alcalino, mientras que si son azules significa que el suelo es más ácido.
F.A.Q
¿Qué son las plantas acidófilas?
Las plantas acidófilas son aquellas que prosperan en suelos con un pH bajo, generalmente entre 4.5 y 6.0. Prefieren un ambiente ácido y pueden sufrir de deficiencias nutricionales si se cultivan en suelos alcalinos.
¿Cuáles son algunos ejemplos comunes de plantas acidófilas?
Ejemplos incluyen los rododendros, azaleas, camelias, arándanos y hortensias. Estas plantas son conocidas por su amor al suelo ácido y a menudo requieren cuidados especiales para florecer.
¿Cómo puedo ajustar el pH de mi suelo para cultivar plantas acidófilas?
Puedes bajar el pH del suelo añadiendo materiales como sulfato de aluminio o turba de sphagnum. Es importante hacer pruebas de pH antes de hacer ajustes para asegurarte de no alterar demasiado el equilibrio del suelo.
¿Qué tipo de cuidados necesitan las plantas acidófilas?
Además de requerir un suelo ácido, las plantas acidófilas a menudo necesitan protección contra el sol directo en climas muy cálidos, suficiente humedad sin encharcamiento y un fertilizante específico para plantas acidófilas que contenga hierro y otros nutrientes esenciales.
¿Cómo debo regar las plantas acidófilas?
Riega estas plantas regularmente para mantener el suelo consistentemente húmedo pero no saturado. Utiliza agua sin cal, preferiblemente agua de lluvia, ya que el agua dura puede aumentar el pH del suelo y afectar negativamente a las plantas.