Injertar árboles frutales: cómo hacerlo correctamente
El injerto es una práctica muy importante en el cultivo y es la técnica más extendida para propagar plantas frutales con el fin de mantener las características genéticas de las variedades deseadas.
El objetivo es también mejorar la resistencia a las inclemencias del tiempo y a los ataques de plagas y hongos. A continuación te explicamos cómo realizar la injertar árboles frutales.
Técnicas de injerto en frutales
Existen varias tipos de injertos en frutales y hay que elegir el adecuado en función de la planta que se vaya a injertar. El injerto de árboles frutales los más comunes son:
- El injerto de yema, también conocido como injerto de ojo, que se realiza utilizando las yemas de las ramas de la planta.
- Injerto de púa, en el que la parte a injertar consiste en una rama que contiene dos o tres yemas. El injerto de esqueje puede ser de división o de corona.
- Injerto por aproximación, técnica utilizada para los injertos de regeneración. Se realizan dos incisiones idénticas en dos ramas y se aproximan. Tras igualar las dos heridas, haz una ligadura apretada.
Cómo hacer injertos en árboles frutales
Realizar correctamente los injertos en árboles frutales es esencial para conseguir los resultados deseados. Como se ha visto anteriormente, existen distintos tipos de injerto, que deben elegirse en función del tipo de frutales que se vayan a tratar.
Entre los más comunes y fáciles de realizar está el injerto de yema, especialmente adecuado para cerezos, higueras, perales, manzanos, albaricoqueros y melocotoneros. El injerto de yema requiere cuidado y precisión. He aquí cómo proceder:
- Hay que hacer un corte similar a una T invertida en el patrón.
- A continuación, hay que desprender la yema de la púa, teniendo cuidado de retirarla con corteza tanto por encima como por debajo, unos 5 mm. La corteza, denominada escudo, se introduce en la T invertida, en la parte más baja del corte.
- En el siguiente paso, el escudete debe cubrirse con la corteza desprendida y atarse con un cordel de rafia por debajo y por encima.
- Cuando el injerto haya echado raíces, afloja la cinta para permitir que crezca el nuevo brote.
En cambio, el injerto dividido se realiza cortando una rama en la que han aparecido dos o más yemas y es perfecto para los cítricos. Para realizar esta técnica, tienes que serrar la rama o el tallo que será el patrón, dividirlo longitudinalmente con la hendidura e insertar la cuña, que se obtiene de un par de púas que se insertarán en el patrón. Átala y séllala con masilla.
Periodo de injerto en frutales
¿En qué época debe realizarse el injerto de frutales? Al igual que otras operaciones agrícolas, el injerto también prefiere determinadas épocas, que varían en función del frutal que se vaya a injertar. He aquí algunas indicaciones:
- Los albaricoqueros, melocotoneros, ciruelos y cerezos deben injertarse a finales de verano, entre agosto y septiembre, que también es una época ideal para injertar nísperos.
- Los manzanos y los perales se injertan cuando hace frío, es decir, entre finales de febrero y marzo.
- El injerto en los cítricos se hace en verano, entre mayo y agosto.
- Los kiwis se injertan de abril a mayo.
Dependiendo de la estación, los tipos de injerto que deben realizarse varían. Por ejemplo, en el periodo invernal, sobre todo durante todo febrero y la mayor parte de marzo, se recomienda el injerto de púa.
El injerto de yema puede realizarse a finales de verano y también en primavera, mientras que el injerto de púa se recomienda entre finales de marzo y principios de abril.