Enfermedades del tomate: qué son y cómo tratarlas
El tomate es sin duda uno de los cultivos más populares y fáciles de cuidar. Sin embargo, esta planta también puede experimentar problemas debido a ciertas enfermedades que le impiden crecer y desarrollarse exuberantemente. Conocer las enfermedades del tomate es importante prevenirlas y garantizar una buena cosecha.
Averigüemos cuáles son y cómo combatir las enfermedades del tomate.
¿Cuáles son las enfermedades más comunes del tomate?
Conocer las enfermedades y plagas del tomate es esencial detectar los síntomas de las molestias de la planta en cuanto aparecen, para poder actuar a tiempo.
Éstos son los enfermedades del tomate cómo tratarlas y cómo prevenirlas.
Enfermedades fúngicas del tomate
Entre las enfermedades fúngicas del tomate, la más extendida es sin duda la Mildiú vellosoes una enfermedad que puede destruir los tomates si no se mantiene bajo control. La enfermedad puede atacar tallos, hojas y frutos, y cuando la infección se instala, se propaga rápidamente.
Reconocer la enfermedad es fácil, porque en las hojas se forman manchas grises que hacen que se sequen. Además, se forma una especie de moho anular con vetas oscuras alrededor de las manchas en los tallos. Los frutos también aparecen completamente manchados.
El mildiú velloso aparece sobre todo en verano, cuando ha llovido, y suele aparecer más fácilmente al final de la temporada. Para solucionar la enfermedad, hay que eliminar las plantas enfermas en cuanto se noten los síntomas. También hay que tratar las plantas con fungicida cúprico, necesario para erradicar la enfermedad.
Otra enfermedad fúngica del tomate es alternaria, una enfermedad que genera manchas redondeadas en hojas y tallos, delimitando sus contornos. También la Septoriosis es una enfermedad fúngica muy frecuente en los tomates. La enfermedad ataca al tallo y las hojas, y en raras ocasiones también al fruto.
La aparición de la enfermedad es reconocible por las manchas necróticas circulares que atacan al tallo y las hojas. Las manchas son más claras en el centro y en el exterior, con un margen oscuro bien marcado.
Enfermedades foliares del tomate
Entre las enfermedades foliares del tomate, una de las más comunes es la verticilosis que se manifiesta primero en las hojas más viejas, haciendo que se marchiten y marchiten, y luego en las demás. La enfermedad hace que los vasos internos degeneren y se ennegrezcan, provocando una grave descomposición de las plantas. Si cortas una hoja por la base, observarás una necrosis en el peciolo en forma de herradura. Para detener la enfermedad no hay más remedio que eliminar las plantas enfermas.
También la cáncer bacteriano es una enfermedad que afecta a las hojas de la planta del tomate y hace que se marchiten. En su lugar, se observan grietas longitudinales en las ramas y el tallo, de las que sale una especie de gelatina.
Otra enfermedad que sólo afecta a las hojas de los tomates es la moho gris o botritis. La enfermedad se reconoce por las pequeñas manchas que se forman en ambos lados de las hojas, de color entre gris y marrón.
Enfermedad de la raíz del tomate
Entre las enfermedades de la raíz del tomate una de las más frecuentes es la podredumbre apical que en realidad es una fisiopatía. También llamada culo negro, se produce en el ápice del fruto, que se vuelve negro. La podredumbre está causada por una carencia de calcio, y la prevención adecuada es una fertilización correcta. De hecho, se puede utilizar un abono específico a base de calcio para solucionar el problema.
Otra enfermedad que ataca al tomate es la Fusarium también conocida como podredumbre de la raíz. Esta enfermedad puede causar enormes pérdidas en las cosechas y se manifiesta con el amarilleamiento de las hojas inferiores y el marchitamiento de la planta. A través de las raíces, el hongo se propaga por la planta e impide que fluyan los nutrientes y el agua.
Cómo prevenir las enfermedades del tomate
La mejor forma de salvaguardar los tomates es la prevención, que debe llevarse a cabo creando condiciones en las que las enfermedades no se propaguen fácilmente. Para ello, es bueno saber que los hongos y las bacterias dañinas se multiplican cuando hay humedad. En consecuencia, para evitar la enfermedades del tomate algunas cosas que hay que hacer
- Trabaja bien la tierra para asegurar el drenaje del exceso de agua;
- Realiza una rotación de cultivos, de modo que cambies de lugar cada dos o tres años y cultives tomates en otro punto del suelo;
- Nunca coloques los plantones de tomate demasiado juntos, para evitar que se transmitan fácilmente las enfermedades;
- Las ramas cercanas al suelo deben podarse para permitir el paso del aire y evitar que las hojas toquen la tierra húmeda;
- Evita que los tomates entren en contacto directo con la tierra húmeda;
- Abona correctamente, evitando las carencias pero sin excederte;
- Combate los pulgones y otros insectos que puedan transmitir enfermedades;
- Riega sin mojar las hojas, sólo debe mojarse la tierra.
Observando estas precauciones, es posible evitar que el enfermedades de la planta del tomate y garantizan cosechas abundantes y frutos jugosos.