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Cultivo de calabacines: cómo, dónde y cuándo plantarlos

El calabacín es un alimento sabroso y fácil de preparar que nunca falta en la mesa en verano. Cultivar calabacines no es difícil, sólo tienes que seguir unas sencillas reglas y podrás plantarlos en tu huerto para que estén siempre disponibles, frescos y sanos. Aquí tienes todos los detalles sobre cómo cultivar calabacines.

Cultivar calabacines: obtener plantones

El cultivo del calabacín puede hacerse a partir de semillas o trasplantando plantones ya formados, obtenidos en un semillero o comprados en un vivero, listos para plantar.

Si se opta por producir uno mismo las plántulas de calabacín en el semillero, hay que sembrar unos meses antes del momento en que se van a trasplantar, para dar tiempo a las plantas a germinar. Si, por el contrario, se decide trasplantar las plántulas compradas directamente en el vivero, basta con obtenerlas en el momento en que se vayan a plantar.

Cuándo plantar calabacines

Para identificar mes para plantar calabacines hay que referirse sobre todo al clima, y tener en cuenta las temperaturas mínimas. Esto es esencial, ya que la planta es muy sensible al frío y no debe exponerse a temperaturas muy bajas.

Cultivar calabacines en invierno no es recomendable, porque la planta sufre por debajo de los 10 grados y el frío puede dificultar su crecimiento. Por tanto, hay que prestar atención a las temperaturas nocturnas y, si vuelve el frío, es aconsejable cubrir las plántulas con telas no tejidas.

El periodo ideal de trasplante suele empezar hacia mediados de abril o mayo. Tras el trasplante primaveral, también se pueden plantar calabacines en los meses siguientes, hasta mediados de agosto, para disponer de plantas más jóvenes que sustituyan a las ya plantadas.

Como ya se ha dicho, si se opta por comprar los plantones en un vivero, ya están listos para plantar, pero si se opta por sembrarlos en macetas, hay que esperar a que estén listos para plantar. El cultivo en semillero puede empezar ya en marzo, colocando una semilla por maceta a 1 cm de profundidad y asegurándose de que la punta apunta hacia arriba. La planta está lista para el trasplante cuando se forman 3 hojas verdaderas, lo que suele ocurrir dos o tres semanas después de la germinación.

Otro método para cultivar calabacines es sembrarlos en campo abierto, colocando 3 semillas a una profundidad de 1,5 cm en lugar de una. Sin embargo, es importante saber que si las temperaturas caen por debajo de 10°, la planta puede quedarse enana.

Cómo cultivar calabacines en el huerto

Antes de plantar los plantones de calabacín, es importante utilizar arrancadores manuales: hay que quitar las malas hierbas de la tierra y desenterrarla con cuidado. Después hay que abonarla, preferiblemente con abono orgánico, y tras elegir dónde plantar calabacines se puede trasplantar.

Como a todas las cucurbitáceas, a estas plantas les encanta un clima suave, y la posición ideal para plantarlas es soleada, pero al mismo tiempo bien ventilada. La distancia entre plantas de calabacín es de 50-60 cm y deben enterrarse hasta 5-6 cm bajo tierra.

Las plantas deben disponerse en hileras, para conseguir un cultivo ordenado y también para poder recolectar cómodamente los frutos. Las hileras deben estar separadas entre sí unos 1-1,5 m.

Durante el crecimiento, es aconsejable utilizar macerado de ortiga para abonar el suelo. Para evitar la formación de flores masculinas predominantemente estériles, el riego debe ser abundante; sin embargo, hay que procurar no mojar las hojas para evitar el desarrollo de enfermedades parasitarias.

Durante el verano, pero sobre todo cuando hace mucho calor, deben regarse a diario, lentamente y regando directamente la tierra.

Los calabacines y las flores pueden cosecharse durante todo el verano. En las zonas donde el clima es aún más favorable, la recolección continúa hasta el principio de la estación otoñal. Los calabacines deben recolectarse cuando alcancen una longitud de 15-20 cm, y antes de que la flor se haya abierto completamente.

Algunos secretos para cultivar calabacines

He aquí algunos secretos para cultivar calabacines y obtener una buena cosecha:

  • Antes de trasplantar los calabacines, mantén las plantas en maceta al aire libre durante dos o tres días para que se acostumbren al clima exterior.
  • En el hoyo del trasplante, añade un puñado de humus de lombriz, que contiene sustancias y microorganismos útiles para que las plántulas crezcan fuertes y sanas.
  • Crea un anillo colector de agua alrededor del plantón, que esté más bajo que el nivel del suelo, para que el agua vaya a la planta y no se escurra.
  • En verano, da sombra a las plantas pequeñas con lonas o redes, sobre todo al mediodía y en los lugares donde el sol es más fuerte, como en el sur de Italia.

Con todos estos consejos y trucos, ¡cultivar calabacines será un juego de niños!

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