Cultivo de arándanos: dónde y cuándo plantarlos

Perteneciente a la familia de las Ericáceas, la planta del arándano se encuentra en más de 100 especies, que se distinguen por las características de sus tallos y los distintos colores de sus frutos. El término arándano, aunque a menudo se utiliza para referirse a toda la planta, se refiere precisamente a las bayas que produce.

Las especies de arándanos muy extendidas en Europa son arbustivas y no suelen superar el medio metro de altura, tienen hojas caducas y bayas ovales a veces agrupadas en racimos. Las especies norteamericanas, en cambio, son verdaderos árboles y crecen tanto que pueden alcanzar los 9 metros de altura.

Junto a las pequeñas bayas de las especies europeas están las especies americanas gigantes, que son más exigentes en cuanto a cultivo que sus primas orientales y crecen silvestres en zonas boscosas. Descubramos cómo cultivar arándanos y dónde plantarlos.

Cómo cultivar arándanos en el jardín

La cultivo de arándanos no tiene pretensiones, y un cultivo casero es más que suficiente para garantizar buenos resultados. La planta prefiere un suelo con pH ácido (4,5-5), suelto, bajo en cal y bien abonado.

Hay que destacar que la planta empieza a fructificar tarde, por lo que los primeros ciclos de germinación no darán frutos abundantes. Sólo a partir del cuarto año se obtendrán buenos resultados, pero con los cuidados adecuados una planta adulta puede producir de 1 kg a 5 kg de bayas.

Es una planta que requiere mucha paciencia, ya que es de crecimiento lento, por lo que el enraizamiento debe iniciarse ya a finales de verano para garantizar la floración primaveral.

La propagación por esquejes leñosos es la más eficaz, pero las raíces no siempre se desarrollan con facilidad. Para superar este problema, conviene preparar varios esquejes, asegurar una buena humedad del suelo y una buena exposición al sol, o al menos no en zonas excesivamente sombrías y poco ventiladas.

Su delgado sistema radicular permite plantarla fácilmente en maceta, ya que no requiere mucho espacio; sin embargo, dada su fragilidad, hay que tener mucho cuidado al abonarla. La fertilización debe realizarse con abonos acidófilos, ricos en nitrógeno, empezando 4 semanas después de plantar la planta y continuando periódicamente, sobre todo durante el periodo primaveral.

Por otra parte, la poda de las plantas de arándano debe realizarse a partir del tercer año de cultivo. Debe hacerse después del invierno, o tras la caída de las hojas otoñales.

La poda de los arándanos requiere adelgazar y acortar las ramas, lo que permite a la planta producir bayas más grandes y le permite respirar mejor, lo que ayuda a prevenir enfermedades.

Los arándanos se recolectan desde mayo hasta finales de agosto, según la variedad. La fruta madura es fácil de distinguir, pues las bayas suelen ser de color azul oscuro. Otra variedad, muy extendida en el centro norte de Europa, tiene frutos rojos.

Cuándo plantar arándanos

¿Cuando plantar arándanos? Los plantones de arándanos se trasplantan entre septiembre y mayo directamente al jardín, evitando obviamente los meses en que el suelo está duro y helado. Debes dejar más de un metro entre cada planta, y al menos dos metros y medio entre hileras, para dar al arbusto la oportunidad de crecer.

Para trasplantar los arándanos, hay que cavar un pequeño hoyo, que puedes rellenar con un puñado de turba y otro de humus de lombriz. Tras el trasplante, hay que regar las plántulas y, durante las tres semanas siguientes, seguir regándolas con frecuencia.

¿Dónde plantar arándanos? Además del huerto, puedes cultivar arándanos en un invernadero y cultivar arándanos en el balcón o en la terraza, en macetas. En este caso no hay problemas con el suelo y su valor de pH, sólo será necesario llenar la maceta con tierra adecuada para plantas acidófilas.

Cultivo de arándanos en macetas

También es posible cultivar arándanos en el balcón, en cuyo caso debes elegir una maceta con un diámetro mínimo de 30 centímetros y tierra para plantas acidófilas. Es necesario regar la tierra de las macetas a menudo, sobre todo cuando hace mucho calor, y también hacerlo todos los días.

Es importante evitar que la tierra se seque, pero también hay que tener cuidado de no dejar que el agua se estanque, por lo que siempre es importante regularse y no excederse en la cantidad. Por esta razón, conviene colocar una capa de arcilla expandida en el fondo de la maceta, que favorece el drenaje y mantiene fresca la planta.

Al menos una vez al año es necesario abonar para mantener los nutrientes adecuados, necesarios para el desarrollo de la planta. Evidentemente, no se espera una producción copiosa del cultivo de arándanos en el balcón; sin embargo, es suficiente para asegurar el sabor de la fruta, pero sobre todo su aspecto es agradable y delicioso. Será una alegría para jóvenes y mayores poder saborear sus dulces frutos directamente del pequeño arbusto.

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