6 Pasos Esenciales para Cuidar tu Huerto en Enero: Guía de Invierno

EI trabajo en el huerto en enero al menos en el norte de España y en varias partes del centro y el sur del país, están paralizadas, o casi paralizadas, porque las condiciones meteorológicas suelen ser desfavorables para cualquier actividad y el suelo está excesivamente húmedo, helado o cubierto de nieve.

¿Cómo mantener limpio el huerto en enero?

Hemos ideado 6 maniobras que te ayudarán a cuidar tu huerto incluso en enero.

1. Abona

Sólo si las condiciones estacionales lo permiten, procede a la fertilización orgánica y al abonado de los bancales no labrados, sobre todo si tienes suelos pesados y/o compactados.

Un consejo: para distribuir el estiércol y el compost, puedes utilizar una carretilla eléctrica, que te facilitará el trabajo y los desplazamientos, y carros esparcidores si el producto está ensacado.

Abona bien los bancales en los que hayas terminado de cosechar, reservándolos para cultivos que aprovechen mejor el suelo, como sandía, pepino, berenjena, melón, pimiento, tomate, calabaza y calabacín. Utiliza sólo estiércol o compost bien maduro y, como norma general, no lo dejes en la superficie, sino entiérralo en la capa trabajable del suelo.

2. Cosecha las verduras

Continúa con la cosecha de todas las hortalizas resistentes al frío, como col, achicoria, escarola, hinojo e puerro utilizando una sierra de podar. Además, puedes recoger hierbas aromáticas como romero, salvia, laurel, tomillo y secarlas.

3. Mantén tus herramientas

Puedes terminar de ordenar y mantener tus herramientas para que puedas empezar la nueva temporada de cultivo con todo el equipo necesario en perfecto estado de funcionamiento. La azada, por ejemplo, debe limpiarse y limarse con una lima de hierro para que sea eficaz, al igual que la pala. Comprueba que el rastrillo tiene todos los dientes alineados, si están torcidos intenta enderezarlos. La limpieza es muy importante para las tijeras, que deben lavarse o desinfectarse de vez en cuando.

Si tus herramientas están muy deterioradas, debes llevarlas a reparar o comprar otras nuevas, de lo contrario sólo harás esfuerzos innecesarios mientras trabajas.

4. Prepara el terreno

¡A partir de febrero empieza el verdadero negocio! Así que en enero puedes preparar el terreno donde harás la siembra y algunos trasplantes. Para ello puedes utilizar un motocultor. Para trabajar en las capas superficiales del suelo, utiliza una azada para desmenuzar los terrones más gruesos, y para el acabado de los lechos utiliza un rastrillo, que debe tener dientes fuertes si el suelo es pesado.

Luego puedes sembrar bajo la luna creciente: berenjenas, albahaca, tomates, pimientos, coliflor, berros, habas, guisantes, espinacas, valeriana, tomillo, calabacines, achicoria, zanahorias, perejil. También puedes trasplantar cebollas y ajos al mismo tiempo. Recuerda, sin embargo, que el ajo puede plantarse en cualquier época del año, basta con plantar los dientes en la tierra.

5. Airea los cultivos

También en febrero, si has cubierto tus hortalizas con una tela no tejida para evitar que el hielo las dañe, controla continuamente los cultivos aumentando la aireación a medida que aumenten las horas de luz y las temperaturas.

6. Riega gradualmente más

A partir de febrero, empieza a regar con más frecuencia que en enero, utilizando agua a temperatura ambiente (no demasiado fría) y en cantidades moderadas.

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F.AQ