¿Cómo podar perales y manzanos? Consejos para ti

Los perales y los manzanos son unas de las plantas de huerto más cultivadas en España. Por eso hemos elaborado una breve guía para darte las nociones básicas de poda de las frutas de pepita.

En noviembre y diciembre el frutas de pepita (perales y manzanos) cesan la actividad vegetativa, en toda España, mediante la fase de «caída de las hojas». Después pasan a la fase de «brotación invernal».

Como los árboles están en pleno reposo vegetativo durante buena parte de este periodo de dos meses, debes ordenar el huerto y arrancar plantas viejas sobre todo si las temperaturas no son especialmente frías.

Los dos primeros meses del nuevo año, enero y febrero, son los más fríos y las heladas pueden ser intensas, sobre todo en las regiones septentrionales. Es necesario podar los árboles frutales en días secos, con temperaturas por encima del punto de congelación: así el trabajo de poda será más fácil y requerirá menos esfuerzo para el corte que en días helados.

Recuerda que los manzanos y los perales dan fruto en las ramas viejas, a diferencia de otras plantas frutales.

¿Qué es la poda de producción?

Hay varios tipos de poda, ahora vamos a hablar de la poda de producción. Mientras tanto, ¿Qué significa? Este tipo de intervención se realiza para tener frutos de mejor calidad y cantidad. Poda de producción puede realizarse durante todo enero y febrero, excluyendo los periodos de heladas intensas. Recuerda que los daños por frío son más probables en las plantas podadas que en las no podadas.

La poda debe realizarse regularmente todos los años para evitar un engrosamiento excesivo de la copa, regular la carga de producción, mejorar la calidad de las manzanas y reducir el fenómeno natural de alternancia de la producción al que están sujetas la mayoría de las variedades. Para esta operación, puedes utilizar Tijeras de podar e Podadoras. Si has dejado crecer el árbol durante mucho tiempo, confía en un Podadora telescópica que alcanza una altura aproximada de 3 metros, o una azada telescópica.

Gestión del suelo en el huerto

La gestión del suelo del huerto tiene varias posibilidades, como el pasto total, que consiste en dejar el espacio entre las hileras al pasto. Otra alternativa es el acolchado, que en este caso se hace con nylon negro para proteger las plantas. También se puede utilizar el desherbado total o la labranza del espacio entre hileras.

En cualquier caso, antes de empezar los trabajos de gestión del suelo, debes limpiar el huerto de la maleza procedente de la poda, ya que obstaculiza el paso de los equipos mecánicos. Si la poda ha sido severa, con grandes ramas cortadas, puedes rescatar los trozos más grandes y hacer leña con ellos. Incluso las ramas más pequeñas pueden utilizarse para este fin, en cuyo caso deben amontonarse en un lugar protegido de la lluvia.

El método más común de eliminación de ramas pequeñas es el trituración a través de innovadores biotrituradoras. Éstas trituran las ramas, dejándolas en el suelo, donde se convertirán lentamente en materia orgánica, útil para la fertilidad del suelo. Por otra parte, no debes proceder al triturado in situ de las ramas si has cortado numerosas ramas afectadas por cancros de cobre de origen fúngico o bacteriano, porque podrían infectar a otras plantas. De hecho, el troceado no desvitaliza a los agentes de tales enfermedades, que pueden provocar nuevos ataques a los árboles a partir del material de desecho que queda en el suelo.

Revisa siempre las ramas cortadas y presta atención a los agujeros en las partes leñosas, que pueden indicar la presencia de madera de roble, sobre todo amarilla y roja. En este caso, es necesario retirar las ramitas afectadas, eliminando con ellas cualquier larva que haya en su interior. Puedes utilizar un sierra de arco. Otra adversidad muy fácil de reconocer durante los meses fríos es el fuego bacteriano. Las ramas afectadas se distinguen claramente porque aún tienen las hojas adheridas, secas y de color oscuro: hay que cortarlas a 70 cm como mínimo del síntoma y luego quemarlas.

F.A.Q

 

¿Qué necesidades básicas de cultivo debe cumplir un bonsái?

Los bonsáis necesitan un sustrato bien drenante, exposición adecuada a la luz solar según la especie y riego regular para mantener el suelo ligeramente húmedo pero no encharcado. También requieren abonado periódico durante la temporada de crecimiento.

¿Cómo y cuándo debo podar mi bonsái?

La poda de mantenimiento se realiza para mantener la forma del árbol y debe hacerse con regularidad a lo largo del año. Elimina las ramas que alteren la estética del árbol, así como las que crezcan hacia arriba o hacia abajo rompiendo la línea horizontal del diseño. La poda estructural, que define la forma básica del árbol, se realiza generalmente en el invierno cuando el árbol está dormido.

¿Qué técnicas puedo utilizar para modelar mi bonsái?

Puedes usar alambre para dirigir el crecimiento de las ramas. Asegúrate de envolver el alambre firmemente, pero sin apretar demasiado para no dañar la corteza. El alambrado generalmente se deja puesto durante una temporada de crecimiento antes de retirarlo para evitar que se incruste en la madera que crece.

¿Cuál es la frecuencia ideal para regar un bonsái?

La frecuencia de riego varía según la ubicación, la temporada y el tamaño del bonsái. Como regla general, riega cuando la parte superior del sustrato parezca seca. Evita el riego excesivo, ya que el estancamiento del agua puede provocar la pudrición de las raíces.

¿Cómo puedo asegurarme de que mi bonsái reciba los nutrientes adecuados?

Fertiliza tu bonsái con un fertilizante balanceado, preferiblemente uno formulado específicamente para bonsáis, durante la temporada de crecimiento. Reduce la fertilización en invierno o según las necesidades específicas de la planta.

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