Cómo acidificar el suelo
Para poder acidificar un suelo es muy importante si queremos tener en nuestro jardín plantas principalmente de montaña, como hortensias, azaleas, magnolias, arándanos y otras.
De hecho, este tipo de plantas se adapta perfectamente a los suelos ácidos, que por tanto tienen una baja concentración de iones H+, igual que el suelo de montaña. Si nuestro jardín está situado en zonas bajas con escasas precipitaciones, lo más probable es que el suelo no sea lo bastante ácido, y esto hará que la planta sufra, ya que no podrá producir suficiente clorofila, lo que provocará en primer lugar el amarilleamiento de las hojas.
Pero aunque la zona no parezca la adecuada para este tipo de plantas, existen algunos sistemas para modificar el pH, consiguiendo acidificar el suelo de forma natural, sin que las plantas sufran en modo alguno, sino que encuentren beneficio en este tratamiento.
Entender el pH del suelo
Lo primero que hay que hacer es comprender si realmente necesitas acidificar un suelo o si tal vez el sufrimiento de la planta no se debe a otros factores. Comprende cómo medir el pH del suelo es una operación bastante sencilla e incluso quienes no tienen un pulgar verde pueden realizarla fácilmente.
El método más fácil y barato de conocer el pH de un suelo es utilizar un papel tornasol, con las clásicas tiras que se introducen en el suelo para saber el grado de acidez en función del cambio de color. La precisión no llega a la décima de punto, pero para los cultivadores no profesionales puede bastar. Lo importante, sin embargo, es saber interpretar los valores de acidez en relación con el resultado para comprender si es necesario intervenir o no.
A continuación se presenta una clasificación de los suelos para una mejor orientación.
- Suelo fuertemente ácido: pH de 4
- Suelo ácido: pH de 5
- Suelo moderadamente ácido: pH de 6
- Suelo neutro: pH de 7
- Suelo calcáreo o básico: pH 8
- Suelo fuertemente calcáreo o fuertemente básico: pH igual a 9
En función del resultado y del tipo de suelo al que nos enfrentemos, podemos optar por hacer el suelo más ácido.
Acidificar el suelo
Veamos ahora algunos métodos que nos muestran cómo producir tierra ácida para nuestras plantas favoritas, intentando utilizar sistemas lo más naturales posible, que son, como siempre, la mejor forma de conseguir resultados satisfactorios en la agricultura en general.
Acidificar el suelo con posos de café
Uno de los sistemas más utilizados y transmitidos es el de utilizar posos de café en la tierra que se va a cultivar. Este tratamiento consiste en colocar posos de café sobre la tierra, de modo que se baje el pH haciéndola más ácida y preparada para recibir todas aquellas plantas que necesiten este tipo de suelo. Obviamente, el café es la sustancia responsable de bajar el pH, por lo que incluso una ligera infusión con la que regar la tierra contribuye al resultado deseado.
Acidificar el suelo con azufre
El polvo de azufre es otra forma natural de acidificar el suelo. De hecho, este elemento es útil para acidificar el suelo, ya que las bacterias lo convierten en ácido sulfúrico. Para obtener un resultado satisfactorio, hay que considerar que 1 kg de azufre elemental es suficiente para unos 10 metros cuadrados de suelo, y lo mejor sería colocarlo a unos 15 cm de profundidad. Por estas características, es adecuado para grandes parcelas, y mucho menos para plantas de terraza o pequeños jardines.
Sulfato de aluminio para acidificar el suelo + sulfato de hierro
Los sulfatos, tanto de aluminio como de hierro, también son útiles para acidificar los suelos. Se trata de sales solubles en agua que luego se utilizan para regar el suelo en cuestión. Por sus cualidades, los sulfatos de hierro y aluminio son adecuados para las plantas que requieren valores de pH bajos, ya que éstas suelen tener dificultades para asimilar el hierro. El sulfato de aluminio también es especialmente adecuado para las hortensias, ya que favorece la coloración azul de las flores.
Agujas de pino para acidificar el suelo
Como hemos dicho antes, el suelo de montaña es el más adecuado para las plantas que necesitan un pH bajo. De hecho las agujas de pino acidifican el suelo y como hay mucha de esa vegetación en las zonas montañosas, la flora típica de esas partes se ha adaptado para aprovechar esta situación.
Además de esta inclinación natural, las agujas de pino son una opción excelente para el mulching, es decir, la combinación de elementos que forman la capa superficial del suelo. Las propiedades de las agujas de pino son muchas, empezando por el aislamiento que proporcionan.
Su lentitud para descomponerse también las hace muy resistentes sin tener que cambiar el mantillo con demasiada frecuencia. Por último, en comparación con otros mantillos tradicionales, no transportan semillas de hierba que puedan molestar a nuestras plantas.
F.A.Q
¿Por qué podría necesitar acidificar el suelo de mi jardín?
Algunas plantas, como azaleas, rododendros y arándanos, prefieren suelos ácidos para absorber nutrientes de manera óptima.
¿Qué métodos naturales puedo utilizar para acidificar el suelo?
Añadir materiales orgánicos como agujas de pino, turba de esfagno o compost de hojas puede ayudar a bajar el pH del suelo de manera gradual.
¿Puedo usar vinagre para acidificar el suelo?
El vinagre puede ser un método para acidificar el suelo a corto plazo, pero debe usarse con precaución y en diluciones adecuadas para no dañar las plantas.
¿Cómo saber si necesito acidificar mi suelo?
Realizar una prueba de pH del suelo es el primer paso para determinar si necesitas ajustar su acidez. La mayoría de las plantas prefieren un pH entre 6.0 y 7.0, pero las amantes de suelos ácidos prosperan en rangos de 4.5 a 5.5.
¿Cuánto tiempo tardan en verse los efectos de la acidificación del suelo?
Los efectos pueden variar dependiendo del método utilizado. Los ajustes orgánicos como compost y agujas de pino tardan más en modificar el pH que los químicos como el sulfato de aluminio o azufre elemental, los cuales pueden tener un efecto más rápido pero deben manejarse con cuidado.