Airear el césped: cómo, cuándo y por qué hacerlo
Airear el césped: una actividad que a menudo se pasa por alto, pero que es la clave para un césped sano y frondoso.
¿Cuáles son los beneficios de esta operación a menudo subestimada?
- elimina la hierba seca
- escarifica el suelo
- quita el fieltro
- elimina el musgo y frena su nueva formación
- reduce el riesgo de enfermedades fúngicas
- permite el paso de la luz solar
- aumenta la penetración del agua
- mejora la eficacia de la fertilización
- hace más eficaz la resiembra
- mejora la transpiración
Estas operaciones, a menudo desconocidas, permiten que la hierba crezca espesa, exuberante y brillante.
¿Cuándo y cómo hacerlo? ¿Cuáles son las mejores herramientas y técnicas para realizar este importante tratamiento de salud y belleza?
¿Cuándo airear el césped?
Airear y escarificar son operaciones que siguen el curso de las estaciones, pero también deben tener en cuenta el grado de madurez y salud del césped.
Si bien es cierto que estas operaciones deben realizarse cada seis meses, también lo es que llevarlas a cabo en un césped demasiado joven, o inmaduro, podría ser contraproducente y comprometer su crecimiento normal.
Evitemos perturbar así el crecimiento normal en los tres primeros años tras la siembra. En este primer periodo, el césped se fortalecerá y creará las condiciones bioquímicas necesarias para su ciclo vital normal.
Una vez que el césped ha creado de forma independiente las condiciones óptimas para su propio crecimiento, podemos proceder al tratamiento de belleza.
¿En qué mes debemos airear el césped?
El periodo para airear el césped depende de la temperatura y del grado de crecimiento de la hierba.
Como ya se ha dicho, debe hacerse dos veces al año, en primavera (hacia marzo o principios de abril) y en otoño (hacia principios o mediados de septiembre) y asegurarse de que la temperatura del suelo es superior a 8-10°.
Airear en primavera crea las condiciones para que se reanude el crecimiento. Libera el suelo de la vegetación oportunista que pueda haber crecido durante el invierno y que restringiría el acceso del césped a los nutrientes y la luz. Escarificar trae a la superficie microorganismos y sales minerales que serán útiles durante el periodo de mayor crecimiento del césped.
Escarificar en otoño permite eliminar los musgos que puedan haberse formado durante el verano a la sombra de las briznas de hierba, elimina la hierba seca de la época más calurosa del año y arrastra el fieltro que, de otro modo, impediría que se filtrara la luz.
¿Cómo airear el césped?
¿Qué normas seguir para obtener los mejores resultados?
- Corta el césped a un tamaño mínimo, casi nivelado, a una altura de unos 3-5 centímetros
- Asegúrate de que el suelo esté seco para realizar operaciones más precisas
- Calibra bien la profundidad del surco
- Haz dos pasadas cruzadas para eliminar mejor el material vegetativo
Recuerda que todas estas operaciones sirven para airear el suelo, un césped frondoso sólo será consecuencia de un buen trabajo del suelo.
¿Qué máquina para airear el césped?
Existen herramientas manuales o motorizadas para airear el césped, en función de los requisitos de profundidad, superficie y grado de automatización. Se dividen en manuales, motorizadas o remolcadas.
- Escarificadores manuales. Son menos precisos que las herramientas eléctricas o motorizadas, porque la profundidad y la consistencia de la escarificación dependen de la habilidad manual de la persona que los utiliza. Al final de la operación también es necesario eliminar el exceso de vegetación con un rastrillo. Sólo se recomienda para superficies pequeñas.
- Escarificadores de césped eléctricos o motorizados. Según las necesidades, se pueden utilizar para una escarificación ligera en primavera, que sólo consiste en desbrozar, o para una escarificación con cuchillas. Esta última es más adecuada si luego se desea continuar con la siembra. Los aireadores de esta categoría pueden ir equipados con una cesta para recoger el fieltro.
- Escarificadores remolcados. Recomendados para superficies muy grandes. Se acoplan a un tractor de césped y su gran ventaja es que pueden realizar tanto la siega de muelle como la de cuchillas. Sin embargo, en ningún caso pueden equiparse con una cesta de recogida.
¿Qué hacer ahora?
Airear el jardín también significa cuidar de los microorganismos que sustentan su crecimiento.
La materia vegetal muerta que se deja en el suelo podría, de hecho, asfixiar la tierra si los microorganismos no la descomponen adecuadamente.
Por tanto, primero será necesario realizar una enmienda del suelo y restablecer el equilibrio del suelo y el reciclaje natural del fieltro restante.
Sólo entonces podrá llevarse a cabo la fertilización. La escarificación del suelo es un acontecimiento traumático que, si se reequilibra adecuada y rápidamente, dará lugar a un crecimiento fuerte y sano.
Se recomiendan abonos líquidos específicos para céspedes con alto contenido en nitrógeno, que permiten tanto una liberación rápida, para un reequilibrio inmediato de las características microbiológicas, como una gradual, que acompaña a los microorganismos hasta un reequilibrio estable.
La resiembra es otra etapa muy recomendable después de la aireación. Los surcos en el suelo han permitido que resurjan los nutrientes y se elimine la vegetación oportunista. Pero también pueden haber creado zonas de aclareo.
Con un césped bien aireado y correctamente nutrido, se dan las condiciones ideales para la resiembra. Los nuevos brotes tendrán un entorno óptimo y la mejor época del año para arraigar permanentemente.